No es un mosquito ni una avispa: este insecto causa la picadura más temida del verano. Descubre cómo identificarlo y protegerte.

En los servicios de urgencias vuelve a aparecer un escenario que desconcierta a las familias. El dolor es intenso, la angustia aumenta y la confusión se instala. Detrás de estos episodios, un responsable discreto, bien adaptado a las piedras calientes y a los rincones sombríos: el escorpión.

Por qué aumentan los avisos este verano

El calor alarga la actividad nocturna de muchas especies, incluidos los escorpiones. Los periodos secos les empujan a buscar frescor y agua cerca de las viviendas. Las comidas al aire libre y las luces atraen insectos, que a su vez atraen a sus depredadores. El traslado de materiales, las entregas de leña o piedra y las estancias en casas rurales también generan encuentros imprevistos. Las regiones mediterráneas, las zonas rocosas y las casas de una sola planta concentran más casos. Los jardines con muros bajos, las bodegas y los cobertizos de almacenaje constituyen refugios apreciados.

Identificar la picadura sin equivocarse

La picadura de escorpión suele notarse por un dolor inmediato, como un pinchazo de aguja, más intenso que el de un mosquito. La zona se enrojece y se hincha en pocos minutos. Pueden irradiarse sensaciones de quemazón, hormigueos o entumecimiento en el miembro afectado. Algunas personas describen una sensación eléctrica localizada. En personas frágiles pueden aparecer síntomas generales: náuseas, mareos, sudoración, palpitaciones, agitación o dificultad respiratoria. Los niños reaccionan más rápido y de forma más intensa debido a su menor peso corporal.

Tres señales de alarma que no deben ignorarse

• Dificultad para respirar, voz alterada o salivación excesiva.
• Vómitos repetidos, mareos intensos, debilidades repentinas.
• Dolor que se extiende rápidamente con entumecimiento de la cara o de las manos.

Comparar con mosquito y avispa

Qué hacer minuto a minuto tras la picadura

• 0–1 minuto: aléjese de la zona de riesgo y tranquilice a la persona picada. Limite los movimientos del miembro afectado.
• 2–5 minutos: lave la piel con agua y jabón durante 30 segundos. Retire anillos, pulseras y calzado ajustado.
• 5–15 minutos: aplique frío envuelto (10 minutos, pausa y repetir). El frío alivia el dolor y la inflamación.
• 15–30 minutos: si es necesario, tome un analgésico habitual como paracetamol, según el prospecto. Evite alcohol y pomadas irritantes.
• 30–120 minutos: vigile la respiración, la expansión del dolor y la aparición de síntomas generales. Anote la hora de la picadura y los síntomas.
• Hasta 6–8 horas: permanezca cerca de un teléfono. Haga evaluar sin demora a un niño, persona mayor o mujer embarazada.

Llame al 112 o al 061 sin esperar si el dolor es insoportable, si aparecen dificultades respiratorias, vómitos repetidos, palpitaciones o somnolencia.

Errores habituales que hay que evitar

• No haga torniquetes, ya que agravan el riesgo local y no impiden la difusión del veneno.
• No corte la piel ni succione la herida, pues favorece la infección.
• No aplique calor en la zona: provoca quemaduras y mayor dolor.
• No capture el animal con las manos desnudas. Haga una foto si la seguridad lo permite.
• No administre aceite alcanforado ni remedios no validados a un niño.

Prevenir los encuentros en casa y en vacaciones

La prevención se basa en medidas simples y regulares. Los escorpiones buscan refugios estables, secos y oscuros. Las casas de piedra, cobertizos y alojamientos vacacionales ofrecen escondites ideales.

• Sacuda zapatos, toallas y bolsas de playa antes de ponérselos o guardarlos.
• Ilumine el suelo con una linterna antes de andar descalzo de noche en terrazas o jardines.
• Almacene la leña, ladrillos y macetas en alto y alejados de las paredes de la casa.
• Sellar fisuras, bajos de puertas y ventilaciones sin rejilla, especialmente en la planta baja.
• Use guantes gruesos para mover piedras, palés o montones de hojas.
• Evite atraer presas: limite los insectos cerca de las luces con bombillas menos atractivas y mosquiteras.
• Ponga trampas adhesivas en garajes y bodegas si sospecha de su presencia.

En zonas mediterráneas y desérticas

Prefiera camas elevadas y sábanas bien metidas. Sacuda la ropa al levantarse. Mantenga las maletas cerradas cuando estén en el suelo. En algunos países cálidos existen escorpiones muy venenosos. Infórmese antes de viajar y localice el número de emergencias local. Los niños deben dormir preferentemente en alto y con sandalias cerca.

Dónde se encuentran escorpiones en Francia y Europa

En la Francia metropolitana, los escorpiones viven sobre todo en el sur. Se encuentran en zonas rocosas, garrigas y pueblos antiguos. Las especies locales provocan dolores intensos, pero rara vez cuadros graves en adultos sanos. Córcega y la zona mediterránea concentran una parte de los casos. En el sur de Europa y el entorno mediterráneo, la diversidad de especies aumenta, con venenos más variables. Los viajeros hacia el norte de África, Oriente Medio o algunas regiones de América deben extremar la precaución.

Otras picaduras a vigilar este verano

La garrapata transmite infecciones como la enfermedad de Lyme. Un quitagarrapatas permite retirarla limpiamente cogiéndola lo más cerca posible de la piel. Es necesario vigilar la zona durante 30 días y consultar si aparece una mancha roja que se extiende. Algunas arañas pueden provocar dolores locales y a veces necrosis. Las mordeduras son poco frecuentes pero deben vigilarse si el dolor se intensifica. Las medusas provocan quemaduras lineales con ampollas en la playa. Un enjuague con agua de mar seguido de la eliminación de filamentos con una tarjeta rígida limita la reacción. Los peces araña, enterrados cerca de la orilla, producen dolor violento en el pie. Una inmersión en agua caliente no hirviendo neutraliza en parte su veneno termolábil.

Lleve siempre consigo: un antiséptico suave, gasas, una bolsa de frío flexible, un analgésico apropiado, un antihistamínico oral y un quitagarrapatas.

Preguntas frecuentes de las familias

¿Es útil el antídoto en Europa?

Existen antídotos para algunas especies, pero la decisión la toma el médico según la evaluación. En Europa, el abordaje se basa sobre todo en el control del dolor, la vigilancia y, si es necesario, cuidados hospitalarios específicos. Las formas graves afectan principalmente a niños pequeños, personas mayores o pacientes con enfermedades cardiovasculares o respiratorias.

¿Hace falta un recordatorio de vacuna?

El recordatorio de la vacuna antitetánica actualizado sigue siendo recomendable tras cualquier herida de riesgo. Comprobar la cartilla de vacunación evita gestiones en urgencias. El médico puede indicar un recordatorio si el último fue hace más de 20 años en adultos o 10 según los esquemas.

¿Y los animales domésticos?

Perros y gatos husmean los muros y pueden ser picados en el hocico. Un dolor agudo, hinchazón rápida e hipersalivación requieren consulta veterinaria. Se aplican las mismas precauciones en el jardín y el interior del hogar.

Información complementaria útil

Para diferenciar rápidamente reacciones locales, mida el diámetro del edema con una regla y repita la medida dos horas después. Una hinchazón que se duplica, un dolor valorado en 7/10 o más y hormigueo progresivo justifican evaluación médica. Un simple diario de síntomas ayuda a los profesionales a decidir. Fotografiar la lesión periódicamente documenta su evolución. Una linterna portátil y sandalias cerradas al lado de la cama reducen los incidentes nocturnos. Revisar los puntos de entrada de la casa en primavera y a mitad del verano limita visitas indeseadas.

Las estancias en garrigas o desiertos han de prepararse como actividad autónoma al aire libre. Un kit básico pesa poco y resulta útil: 8 gasas, 2 vendas, una solución antiséptica, un quitagarrapatas, una bolsa de frío instantáneo, guantes, un bolígrafo y una lista de teléfonos de emergencia. Cada excursionista lleva su propio kit, ya que la picadura puede inmovilizar a un compañero de vivac. La vigilancia, junto a gestos sencillos, permite disfrutar del verano sin dejarse llevar por el miedo.