Chapo - En los compartimentos vacía-bolsillos más anodinos, bajo un cable USB enredado, un objeto discreto puede costarte 1.500 € y enviarte el carné de conducir al traste. No es ni un arma, ni droga. Es mucho más banal... y mucho más arriesgado de lo que imaginas.
Luz azul de la Guardia Civil, respiración entrecortada, un agente pidiendo los papeles, otro echando un vistazo a la guantera. Se topa con una cajita negra, un cubo sin logotipo, de aspecto inofensivo.
El conductor duda, intenta un “es antiguo, ya no lo utilizo”. Demasiado tarde. La escena se precipita, las palabras “detector de radares” flotan en el aire y la rutina se convierte en una historia de 1.500 €. El objeto no tenía pinta de nada especial.
El pequeño objeto que puede hacer tambalear tu permiso
El Código de Circulación es claro: poseer, transportar o utilizar un detector de radares o un inhibidor de controles está prohibido, incluso apagado. La infracción se sanciona con una multa de 5ª clase, es decir, hasta 1.500 € de multa, la confiscación del aparato y la retirada instantánea de 6 puntos. La medida puede ir acompañada de la inmovilización del vehículo y de la suspensión del permiso hasta tres años.
¿“Anulación del carné”? La palabra suena fuerte, y no está tan alejada de la realidad. Perder 6 puntos puede provocar que un saldo ya mermado se convierta en una invalidez administrativa, lo que, en la vida diaria, equivale a empezar de cero. En caso de acumulación de infracciones o circunstancias agravantes, un juez puede ir aún más lejos. A ese nivel, los matices legales no consuelan a nadie.
Todos hemos vivido alguna vez ese momento en el que guardamos un viejo dispositivo “por si acaso”, sin pensar en ello. Un lector nos cuenta que olvidó un detector comprado en el Reino Unido, dejado en la guantera durante años. Control rutinario, registro superficial, aparato requisado y la factura llegó. Multa, retirada de puntos, un día perdido de trabajo en comisaría para completar el papeleo. Un objeto de bolsillo que de repente pesa mucho en una vida normal.
Detector, avisador, app: entender la línea roja
La lógica tras la ley es simple: un dispositivo que evade un control pone en peligro a todos. Los detectores captan ondas de radares, los inhibidores interfieren la medición, y su mera presencia en el coche ya es infracción. En cambio, los asistentes a la conducción tipo Coyote o Waze son legales si no señalan la ubicación precisa de un radar, sino “zonas de peligro”. Todo depende de la configuración y de la conformidad del servicio.
La confusión suele nacer del vocabulario. “Avisador” no es “detector”, y “inhibidor” no es “asistente”. Un avisador legal recopila información comunitaria y oficializada, por zonas. Un detector capta una señal policial en tiempo real. Un inhibidor envía deliberadamente una señal que interfiere. El primero es legal si es conforme. Los otros dos, prohibidos a bordo, punto. Seamos sinceros: nadie se revisa esto a diario, pero tomar una hora para comprobar tus dispositivos evita años de problemas.
En caso de duda, plantéate tres preguntas muy concretas: ¿mi aparato capta o emite una señal para evadir un control? ¿Indica un punto preciso e instantáneo de un radar fijo o móvil? ¿El fabricante lo menciona como “detector” o “inhibidor/jammer”? Si la respuesta se acerca al sí, debe salir del coche. Un cable desconectado no convierte un objeto prohibido en uno tolerado.
Los buenos hábitos para no caer nunca en la trampa
Coge una bolsa y vacía el coche metódicamente: guantera, reposabrazos, bolsillos de las puertas, maletero. Aparta cualquier dispositivo sin identificar, sobre todo si tiene ventosa, cables para el mechero, antena pequeñita. Vuelve a conectar solo lo que identificas sin lugar a dudas. En el móvil, abre tus apps y ponlas en modo “zonas de peligro” si existe la opción, si no, elimina la función de radares no conforme. Esta criba ahorra tiempo y, a veces, el carné.
Muchos piensan que con apagarlo basta. No: la ley sanciona la tenencia y el transporte, no solo el uso. Otro error frecuente: confundir una dashcam con un dispositivo mixto que lleva detector incorporado. Ese accesorio comprado online con un nombre ambiguo puede ocultar una función ilegal. Lee la ficha del producto, los foros, los ajustes. Y si has heredado un detector antiguo sin manual, no lo guardes “por si acaso”. El ‘por si acaso’ llega en el siguiente control.
“El simple hecho de transportar ya constituye la infracción”, recuerda un oficial de la Guardia Civil. “Vemos conductores totalmente sorprendidos, pero la norma es conocida y estable: detector o inhibidor en el habitáculo, es infracción.”
- Revisa el modo “zonas de peligro” en tus apps y mantenlas actualizadas.
- Elimina cualquier dispositivo cuyo fabricante indique “detección” o “inhibidor/jammer”.
- Conserva la factura y el manual de un asistente legal, por si hay dudas en un control.
- Evita compras anónimas en marketplaces: pide la referencia exacta.
- En la empresa, redacta una nota interna clara para los vehículos de la flota.
Más allá de la multa: lo que dice esta norma de nosotros
Este asunto de los objetos prohibidos no es solo una trampa legal. Afecta a nuestra relación con la carretera: ¿queremos conducir gestionando el riesgo de un control, o conducir gestionando nuestra velocidad y atención? Un detector promete una ilusión de control, pero en realidad lo hace todo mucho más frágil. Perder puntos es perder parte de la autonomía diaria, a veces incluso un empleo.
También está la confianza en las herramientas. Confiamos el aviso a una app, nos olvidamos del resto. Pero basta un ajuste para pasar del lado legal al ilegal. Un cambio de menú y sales de la zona gris. Es frustrante y liberador a la vez: depende de ti.
Un carné suspendido o anulado no son solo cifras. Es una vida trastocada: fines de semana anulados, un padre que ya no lleva a los niños al deporte, un autónomo que se apaña como puede con entregas imposibles. Esta ley existe por una razón y su aplicación es real. La próxima vez que alargues la mano hacia la guantera, piénsalo.
| Punto clave | Detalle | Interés para el lector |
| Objeto prohibido en el coche | Detector de radares e inhibidor de controles (aunque estén apagados) | Evitar la infracción desde el origen |
| Sanciones aplicables | 1.500 € de multa, 6 puntos, confiscación, posible suspensión del permiso | Calcular el riesgo real, tanto económico como personal |
| Lo que está permitido | Asistentes de ayuda a la conducción configurados en “zonas de peligro” conformes | Conducir tranquilo sin cruzar la línea roja |
FAQ :
- ¿Qué es un detector de radares según la ley?Un aparato que capta las señales de radares o controles para avisar en tiempo real. Su simple presencia en el vehículo constituye infracción.
- ¿Poseerlo simplemente en el coche está prohibido?Sí. Transportar, poseer o usar un detector/inhibidor en el coche está prohibido, aunque esté apagado o guardado.
- ¿Son legales Waze, Coyote y otras apps?Sí, si están configuradas en modo “zonas de peligro” y cumplen las normas españolas. Mostrar posiciones precisas de controles está prohibido.
- ¿A qué te expones exactamente en un control?Hasta 1.500 € de multa, retirada de 6 puntos, confiscación del aparato, posible inmovilización del vehículo y suspensión del permiso. La suspensión del permiso puede desembocar en la anulación si tu saldo de puntos queda a cero.
- ¿Cómo deshacerse de un aparato prohibido?No lo dejes en el coche. Llévalo a un punto limpio de aparatos electrónicos o entrégalo al vendedor. Evita revenderlo, ya que podrías ser responsable.
Comentarios (0)
Aún no hay comentarios. ¡Sé el primero!
Dejar un comentario