En la Asamblea Nacional, los socialistas logran aprobar un histórico y polémico aumento de la CSG sobre las rentas del capital.

El texto galvaniza a parte de la izquierda, pone nerviosos a los inversores y deja a muchos ahorradores con preguntas muy concretas. El debate sale de los platós y entra en las cuentas bancarias.

La escena estalló poco antes de medianoche, cuando la pantalla del Palacio Borbón mostró el resultado. En los escaños, algunos aplausos, miradas sombrías, suspiros cansados. Fue a la vez ruidoso y contenido. Una asesora financiera, a la que observaba en los pasillos, apretaba su móvil contra ella como un termómetro en plena tormenta, ya saturada de mensajes de clientes. Todos hemos vivido ese momento en que una decisión lejana impacta en una realidad muy local. En pocos minutos, “CSG”, “flat tax”, “seguro de vida” triplicaron las búsquedas en Google. Un asistente salía a fumar, con cara de que mañana habrá que explicar todo esto. La votación ha pasado.

Un cambio que afecta al ahorro cotidiano

La palabra “histórico” surgió porque la CSG, a menudo vista como un impuesto discreto, se convierte en el corazón de la batalla. Los ingresos del capital incluyen dividendos, intereses, plusvalías mobiliarias, productos del seguro de vida, parte de las ganancias inmobiliarias, y ahora también nuevas categorías como los criptoactivos. El enfoque político es claro: acercar la fiscalidad del capital a la del trabajo. La onda expansiva está en otro lado. Atraviesa las carteras.

Clara, de 42 años, pensaba cerrar la venta de un estudio alquilado durante diez años, con un pequeño colchón para financiar una formación. Su notario le había calculado el neto, según la tasa habitual de cotizaciones sociales. Rehizo sus cuentas con un posible aumento de algunos puntos. Resultado: margen reducido, calendario que revisar, consejo de aplazar unas semanas. Una medida nacional se materializó en dos cifras en una línea de Excel. Simple, tajante.

Técnicamente, el sector está tenso por la acumulación. La “flat tax” del 30% es un paquete: 12,8% de impuesto + 17,2% de cotizaciones sociales. Si sube la CSG, también sube el paquete, salvo opción por la escala. Esto cambia los arbitrajes: PEA frente a cuenta de valores, rescates del seguro de vida antes o después de ocho años, intereses y dividendos en 2025 frente a 2026. La línea se ha movido. Los fiscalistas vigilan también el calendario de entrada en vigor y las cláusulas de transición. Una palabra se repite: visibilidad.

Entender rápido, actuar despacio

Primer método para orientarse sin ahogarse: hacer un mini test de estrés casero. Enumere sus ingresos de capital del año pasado por grandes categorías: intereses, dividendos, plusvalías, seguro de vida. Añada un escenario sencillo de +2 a +3 puntos de cargas sociales y vea el impacto en euros. No hace falta una hoja de cálculo sofisticada. Un papel, un lápiz, tres hipótesis, y verá enseguida dónde duele.

Llega el momento de decidir. Mantenga su rumbo si el horizonte es a largo plazo, ajuste si ya tenía previsto un rescate. ¿Errores frecuentes? Vender con prisas, olvidar que el PEA sigue siendo potente para acciones, confundir la fiscalidad del seguro de vida con la de las unidades de cuenta. Seamos honestos: nadie hace esto de verdad todos los días. Hable con su banquero, pero pida cifras, no eslóganes. Al ego le gusta moverse rápido, el ahorro prefiere respirar.

De cara al futuro, hay una consigna entre los asesores: pedagogía.

“No se gestiona una subida de cotizaciones sociales como un incendio, se gestiona como el tiempo: se lee el parte meteorológico, se adapta la vestimenta, no se tira la casa.”

En este sentido, tenga a mano una chuleta práctica:

• ¿Quién está afectado? Rendimientos mobiliarios, plusvalías realizadas, productos de seguro de vida, parte del inmobiliario, cripto según el régimen.
• ¿Qué cambia? Una tasa social más alta, por tanto un neto más bajo en el mismo escenario, con posible ajuste de la flat tax.
• ¿Calendario? Pendiente de la entrada en vigor, textos de aplicación e impactos posibles ya en los pagos a cuenta.

El sentido de una elección colectiva

Esta subida transmite una visión de la justicia fiscal. Gravar más el capital es decir que el dinero que trabaja debe contribuir más, aunque moleste a ahorradores modestos que no son precisamente “ultra-ricos”. En los pasillos, los socialistas hablan de equilibrio, de hospital y de escuela. Los opositores mencionan la competitividad, el ahorro a largo plazo, la promesa a las clases medias. Nada es neutro cuando se toca el ingreso del capital. Y detrás de las cifras hay proyectos de vida, jubilaciones en piezas, autónomos que reparten sus años malos.

FAQ:

¿La subida afecta a todos los ahorradores? Afecta a los ingresos del capital. Si no tiene ni dividendos, ni intereses, ni plusvalías, el impacto es nulo para usted. Muchos ahorradores modestos, sin embargo, están afectados a través del seguro de vida.

¿Qué pasa con la “flat tax” del 30%? Si sube la CSG, el paquete sube automáticamente, salvo opción por la escala del impuesto. Según su tramo, la escala puede volver a ser interesante.

¿Y mi PEA, qué hago? El PEA sigue exento de IR después de cinco años, pero no de cotizaciones sociales. Si suben, el neto al rescate baja, pero se mantiene la ventaja estructural.

¿Seguro de vida de más de 8 años: sigue siendo interesante? Sí, por la flexibilidad, las deducciones y la transmisión. El producto neto del rescate baja si suben las cotizaciones, pero la herramienta mantiene sus ventajas.

Inmobiliario de alquiler y plusvalías: ¿impacto directo? Las plusvalías, fuera de la vivienda habitual, también soportan cotizaciones sociales. Un aumento reduce el neto, con matices según los años de tenencia.