El truco de mi madre para limpiar la fregona y dejarla como nueva: adiós a los malos olores.

Y la nariz se da cuenta antes que los ojos.

La pregunta surge en todas partes, desde las redes sociales hasta los rellanos de los edificios: ¿cómo mantener una fregona limpia más de dos semanas? Frente a los productos costosos, la tendencia recupera una solución sencilla, económica y eficaz, basada en rutinas fáciles de repetir.

Un objeto cotidiano a menudo descuidado

Se le pide que absorba polvo, grasa de la cocina y microgotas del baño. La fregona se satura rápidamente. Las fibras retienen la humedad, lo que favorece los malos olores y la proliferación microbiana. Este ciclo invisible se repite en cada pasada por el suelo, especialmente si solo se enjuaga con agua fría. Resultado: se esparcen los malos olores en lugar de eliminarlos.

Sin un mantenimiento adecuado, una fregona se convierte en un difusor de olores y en un vector de recontaminación del suelo.

El gesto equivocado que propaga los malos olores

Muchos enjuagan con abundante agua y cuelgan la cabeza de la fregona encima del cubo. Este dúo mantiene los malos olores. El agua fría no disuelve las películas grasas. El goteo vertical sobre un cubo húmedo crea un microclima favorable al moho. La solución pasa por una acción térmica, un agente ácido, uno alcalino suave y un secado completo.

El método casero, 3 ingredientes y 7 pasos

Los ingredientes

• Vinagre blanco de alcohol (8 a 10 %): 1 taza, es decir, 200 a 250 ml.
• Bicarbonato sódico alimentario: 2 cucharadas, unos 25 a 30 g.
• Limón exprimido o 6 a 8 gotas de aceite esencial a elegir (lavanda, eucalipto, limón).

Los pasos

• Llenar un cubo con agua muy caliente (50 a 60 °C) para abrir las fibras.
• Verter la taza de vinagre blanco, que acidifica y desodoriza.
• Añadir el bicarbonato lentamente para controlar la efervescencia.
• Perfumar con limón o aceite esencial, de propiedades desinfectantes.
• Dejar en remojo 15 a 20 minutos, removiendo una vez a mitad de tiempo.
• Aclarar abundantemente hasta que no quede espuma.
• Escurrir firmemente y dejar secar al aire libre, con la cabeza hacia abajo, en un lugar ventilado.

No mezclar nunca vinagre o limón con lejía: esta mezcla libera gases peligrosos.

Por qué esta receta realmente desinfecta

El vinagre aporta un pH ácido alrededor de 2,5 que desestabiliza muchos microorganismos. El bicarbonato, básico, actúa como abrasivo suave y neutraliza compuestos malolientes. Su reacción genera dióxido de carbono: las burbujas levantan mecánicamente las partículas atrapadas en las fibras. El agua caliente fluidifica las grasas y acelera la difusión en el textil. Los cítricos y ciertos aceites esenciales añaden una acción antifúngica ligera y ocultan el aroma residual.

La combinación resulta suave para fibras de algodón y microfibra, a la vez que proporciona una verdadera “puesta a cero” olfativa. Una vez seca, la fregona recupera un alto poder de absorción y no vuelve a desprender olores en la primera pasada.

Frecuencia, secado y almacenamiento: los hábitos clave

• En uso normal (suelos limpiados 1 o 2 veces por semana), hacer un baño completo cada dos semanas.
• Con animales o mucha cocina, baño semanal.
• Alternar dos cabezales de fregona para permitir un secado completo entre limpiezas.
• Secar lejos de zonas húmedas; una simple corriente de aire reduce a la mitad el tiempo de secado.
• No cerrar un armario con la fregona aún tibia o húmeda.

Errores a evitar y casos particulares

• Enjuagar solo con agua fría: la grasa permanece y los olores regresan rápido.
• Dejar en remojo toda la noche: la fibra se desgasta y se deforma.
• Usar demasiado aceite esencial: riesgo de irritación y de manchas grasas en el suelo.
• Mezclar productos ácidos y clorados: peligro inmediato, siempre prohibido.
• Olvidar el cubo: desinfectar también el cubo y el mango con el mismo baño corto.

Comparativa rápida de las opciones de limpieza

Reservar las soluciones oxidantes para situaciones puntuales; el mantenimiento habitual es suficiente para mantener una fregona sana.

Qué tipo de fregona y para qué suelos

Microfibra

Excelente capilaridad, atrapa polvo fino sin productos. Tolera bien el vinagre diluido. No usar con agua hirviendo, ya que endurece algunas tramas. Ideal para baldosas y suelos laminados.

Algodón tejido

Muy absorbente, resistente, compatible con baños calientes. Puede retener más olores si no se seca completamente. Apropiado para suelos duros, terracota y exteriores protegidos.

Suelo sensible

En parquet aceitado o encerado, reducir la acidez: media taza de vinagre es suficiente y escurrir bien para limitar el agua en la superficie.

Coste, impacto y seguridad

Un litro de vinagre de alcohol cuesta a menudo entre 0,60 y 1,00 €. Una “taza” equivale a 0,12 a 0,25 €. Dos cucharadas de bicarbonato, unos 0,05 a 0,10 €. Unas gotas de aceite esencial, 0,02 a 0,05 €. El ciclo completo está entre 0,20 y 0,40 €, lejos de los aditivos específicos para fregonas vendidos entre 3 y 8 € al mes según el uso.

En cuanto al medio ambiente, el vinagre se biodegrada fácilmente y el bicarbonato tiene baja toxicidad acuática. Filtrar fibras y pelos antes de vaciar el cubo en el fregadero limita la obstrucción de tuberías. Escurrir al aire libre sobre suelos drenantes también evita sobrecargar los sifones.

Plan de acción concreto para hogares sin tiempo

• Lunes semana 1: baño rápido de 15 minutos tras la limpieza.
• Jueves semana 1: aclarado con agua caliente y secado completo.
• Semana 2: alternar con el segundo cabezal, secado continuo.
• Final de mes: lavado en lavadora a 60 °C si persisten los olores.

Este ritmo cabe en una agenda apretada y reduce la compra de recambios. Un simple gancho cerca de una ventana acelera el secado y disminuye el riesgo de recontaminación.

Para ir más allá: higiene del material y calidad del aire interior

El mango, el cubo y las asas también concentran gérmenes. Limpiarlos con vinagre diluido tras cada uso reduce la transferencia de microbios a las manos. Dejar una ventana abierta diez minutos tras fregar el suelo ayuda a evacuar la humedad y prolonga la vida de las fibras.

Si los olores persisten, cambiar el cabezal de fregona cada 6 a 12 meses según el uso. Los modelos modernos de microfibra pierden eficacia tras 200 a 300 ciclos. Un simple marcado con rotulador de la fecha de compra ayuda a decidir cuándo reemplazarlo.